Capítulo 45
1372palabras
2022-09-04 00:00
Adriana. 
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"¡Adriana, detente, por favor! Vas a...", antes de que pudiera terminar de hablar, me acerqué y le di un beso y lo vi paralizarse antes de responderme, casi hizo que pareciera que estaba tratando de negarse durante los primeros segundos, pero finalmente se rindió. Nuestros labios se movían al mismo ritmo y en mí surgió una sonrisa cuando colocó mis piernas de una manera que ahora estaban envueltas alrededor de su torso. 

"¿Te provoca otro trago?", pregunté interrumpiendo el beso y Vincent soltó un pequeño grito, inclinándose casi al instante mientras que yo me eché un poco hacia atrás, mirándolo levanté una ceja y apareció nuevamente una sonrisa en mis labios. 
"Sí, por favor", murmuró inmediatamente y luego posó su mirada en mis labios y estaba a punto de inclinarme cuando me di cuenta que Draven caminaba dentro del salón de baile, sus ojos buscaban frenéticamente por todas partes antes de que finalmente aterrizaran en los míos, lo que hizo que se paralizara repentinamente. Apenas podía distinguir su cara en ese momento y entrecerré los ojos un poco antes de volver a poner mi atención en Vincent, quien se estaba mordiendo el labio y además no apartaba su mirada de los míos. 
"Nunca te pedí que te detuvieras", dijo rotundamente antes de que sus labios volvieran a besar los míos y le correspondí apasionadamente, en realidad, fue a propósito para molestar a Draven. No sé por qué pensé que poner furioso a Draven me ayudaría a conseguir lo que deseaba, pero estaba ansiosa por dejar salir cualquier rabia que sintiera hacia él o hacia sus semejantes. Estaba consciente de que esto estaba mal, mi verdadero yo nunca habría hecho esto, pero, quizás por eso lograban dominarme. ¿Y por una vez en la vida? Estaba harta de eso. He tenido suficiente y le ruego al cielo que, si vuelvo a ser la misma de antes, no seré más la niña llorona y desvalida. 
Abrí un poco los ojos e interrumpí el beso cuando noté que Draven se acercaba a nosotros, haciendo que los sentimientos de mi corazón cambiaran. 
"¡Apártate de ella!", fue la frase que escuché antes de que Vincent se alejara de mí, luego me volteé para mirar a Draven, quien ahora veía a Vincent, con los ojos llenos de odio y enojo, tanto así que se le habían oscurecido. Anteriormente, lo había visto molesto, pero jamás tan furioso. 
"Oye, Draven".

"¡Ella no es una mujer para pasar el rato, Vincent! ¡Si vuelvo a verte besándola, no dudaré en arrancarte la cabeza!", gritó, pero afortunadamente, la música estaba mucho más alta, por lo que nadie pudo escucharlo. 
"No estoy jugando con ella".
"Yo me acerqué a él, Draven", dije interrumpiéndolo y antes de que pudiera decir algo más, una mano me tomó por la muñeca y me arrastró fuera del salón de baile hacia el comedor, donde Draven me arrojó contra la pared más cercana. 
"¡Dem*nios, aléjate de él! ¡No quiero volverte a ver con él!", gritó enfadado, por lo que consideré si debía hablar o no. Evidentemente, debido a la situación prefería callar. 

"¿Por qué? ¡No estoy haciendo nada malo! Las otras muchachas pueden relacionarse con todos los chicos, entonces, ¿por qué a mí no me dejan hacerlo?", pregunté molesta y respiré profundamente mientras mi confianza se desmoronó cuando golpeó sus manos a cada lado de mi cuello contra la pared, haciendo que mi piel se erizara. 
"¡Tú no eres como las demás!", expresó con furia, sin contenerse en lo más mínimo, sinceramente me sentía asustada. 
"¡Tú no sabes nada de mí! ¡Podría ser peor! La verdad, yo soy peor, y no creo que el hecho de que yo tenga una relación con Vincent deba preocuparte o enfadarte. ¡¿Eso a ti por qué te interesa?!", dije en voz alta, detestándome a mí misma por mantener la discusión. 
"Porque tú eres mía, Adriana. ¡Mía para acariciar, mía para besar y solo mía! Así que no quiero que ningún otro hombre te toque, ¿entendido?", dijo con tono de protesta, haciéndome desear poder desaparecer de ese lugar. 
"Oh Dios, ¿por qué tienes que hablar tan fuerte...?", susurré y vi que su mandíbula se apretaba con rabia, lo que hizo que me mordiera el labio inferior con ansiedad. Él posó su mirada en ellos por un instante, antes de volver a encontrarse con los míos por lo que estaba segura de que iba a besarme, pero esta vez, se inclinó más cerca y después se frenó a mitad de camino, lo que me hizo agitar un poco ante su forma de actuar. 
"Sal de aquí", dijo con fuerza, dio unos pasos hacia atrás y ni siquiera me molesté en debatir, en lugar de eso, simplemente me marché del salón para dirigirme hacia su habitación. Parecía que esta noche iba a durar para siempre y mi cuerpo me pedía que me fuera a descansar, pero ¿le hice caso? Por supuesto que no, estaba demasiado ocupada pensando cómo podía robar la maldita caja. 
"Draven podría llegar aquí en cualquier momento, pero me voy a arriesgar esta noche", me dije para mis adentros, mientras me dirigía a su habitación, allí empecé a buscar frenéticamente por todas partes una pequeña caja roja. Quité las sábanas, eché un vistazo debajo de la cama, luego dentro del guardarropa, rogando para que estuviera allí, pero lamentablemente solo había un montón de trajes. Me sentía frustrada, por lo que estaba a punto de irme de la habitación cuando vi la pequeña mesa junto a la cama con un cajón y, algo me dijo, que la caja estaba dentro de ella. Quizás solo era una suposición, pero de cualquier manera, estaba convencida de que había algo allí. Rogando en silencio, me apresuré a abrirlo y mi corazón comenzó a acelerarse cuando vi una caja roja de aspecto antiguo colocada dentro. Sin pensarlo mucho, la cogí y la abrí, con la esperanza de encontrar algún tipo de porción de verbena, pero para mi total desilusión, no encontré nada. Durante un rato, observé la caja vacía, mi mente estaba en blanco. ¿Cómo se suponía que debía sentirme? ¿Enfadada, fracasada o simplemente triste? No pensaba en nada más.
"Hice todo esto por nada...", dije para mis adentros y luego me alejé antes de explotar en carcajadas, de repente mi cuerpo se paralizó y comenzó a sentirse débil. ¿Por qué me estoy riendo de esta forma?
"Todo esto es por su culpa", susurré cansada, mis ojos se cerraron un poco por lo que me forcé a pararme derecha. 
Mi mente estaba nublada, y cuando volví en mí, me encontré marchándome de la habitación y subiendo las escaleras. Después de un rato, finalmente estaba en la terraza y sentí como una brisa fría me saludó, mis ojos revisaron el lugar para comprobar que estaba vacío, antes de acercarme hasta el borde de la misma. Me sentía un poco mareada. 
"Dios mío, detesto este lugar", me dije, después tomé aire. Miré la enorme piscina antes de darme la vuelta para observar los imponentes edificios que tenía delante. "Tomó lo que fuera que había dentro de la caja y lo puso en otro lugar. ¿Sería que sabía lo que yo hacía? me pregunté para mis adentros, riendo sombríamente pero sabía que estaba más que enojada. 
"Ey, Adriana", escuché que la voz de Draven me llamó por lo que subí la mirada para observarlo caminar dentro de la terraza, dejó de caminar cuando se dio cuenta que yo estaba allí. "Regresa adentro, es muy tarde", expresó finalmente y yo lo miré con rabia antes de sacudir la cabeza con ira. 
"¿Qué contenía la caja, Draven? ¿Sabías que la estaba buscando? ¡¿Es por eso que la encondiste y me distrajiste toda la noche?!", grité cuestionándolo y él solo me arrojó una mirada confusa antes de dar un paso adelante. 
"¿De qué rayos hablas? ¿Cuál caja?", preguntó desorientado mientras que yo exhalé frustrada. 
"¡Como si no supieras que estuve tratando de encontrarla toda la noche! ¡Me engañaste de nuevo y estoy harta de esto! Crees que siempre me tienes ventaja, poniéndote todo presuntuoso y..." 
"¿De qué dem*nios estás hablando ahora? Yo no he hecho nada", interrumpió sus palabras cuando me eché un poco hacia atrás y lo vi arrugar el ceño.