Shenxing le dirigió una mirada inexpresiva a Cha, y luego, con un tono de voz que no sonaba ni frío ni cálido, le dijo: "Este es mi auto".
Al escucharlo, ella se quedó sin palabras.
Fue un momento tan incómodo...
Por unos segundos, el compartimiento trasero del auto quedó en completo silencio. Casi de inmediato, el rostro de Cha se sonrojó; sus mejillas se veían tan ruborizadas que lucía un poco tonta, aun así, era inexplicablemente linda.
Cuando Shenxing la vio en ese estado, un leve brillo se hizo notar en sus ojos, pero desvió su mirada.
"Lo siento", dijo Cha, inundada por la vergüenza. "¿Puedes, por favor, pedirle al conductor que se detenga? Quiero bajarme".
Shenxing reflejando la impaciencia en su hermoso rostro, resopló y luego dijo: "Detén el auto".
Después de que el conductor se estacionó, ella salió apresuradamente. Cuando se dispuso a voltear para darle las gracias al chofer, ya el auto se había marchado, dejando solo una estela de polvo caliente.
Cha, atónita, se quedó de pie con el rostro polvoriento mirando al auto que para ese momento ya lucía más como un pequeño punto negro a lo lejos.
Uf, ¡nunca había visto a un hombre tan exasperante!
¡Esperaba no volver a verlo!
Dentro del Bentley, la temperatura bajó de repente.
El conductor miró inquieto por el espejo retrovisor para vigilar al caballero que se encontraba sentado en el asiento trasero con una expresión gélida en su rostro.
Tenía las manos sobre los muslos y miraba fríamente por la ventana, recordando todo lo sucedido, aunque enfocándose en algunas cosas en particular.
Primero, ayer por la noche, él había podido notar claramente la inexperiencia de la chica. También las manchas rojas de sangre que se encontraban en la sábana por la mañana. Ambas cosas evidenciaban que era v*rgen y que esa había sido su primera vez.
Por otra parte, estaba la situación frente al ascensor, la cual no le sirvió, sino para probarle que ella no era ninguna actriz, ni mucho menos tenía malas intenciones.
De haber sido así, él hubiese podido deshacerse de ella, simplemente dándole algo de dinero.
Pero esta mujer...
Pensando en esto, el semblante de Shenxing reflejó ansiedad y sus pulgares pronto empezaron a moverse con impaciencia.
Después de un rato, sacó su teléfono móvil y marcó un número. "Quiero toda la información de una persona".
"Sí, señor", habló una voz respetuosa desde la otra línea. "Dígame, ¿a quién está buscando?".
Shenxing entrecerró los ojos intentando recordar cuando esos dos la llamaron por su nombre.
"Cha Chu".
......
Al atardecer, Cha se fue a casa aún desconcertada por todo lo acontecido.
Incluso después de haber ido a algunos lugares de entretenimiento con el fin de mejorar su estado de ánimo, todo había sido en vano, pues seguía sintiéndose igual de mal.
Cabizbaja, entró por la puerta y enseguida una taza de té aterrizó en su cara. El objeto de porcelana la golpeó con fuerza en la frente, haciendo que la sangre fluyera casi de inmediato.
El líquido rojo brillante rodó por el arco de su ceja y llegó hasta sus ojos, nublándole la vista.
Cha quedó en shock, con la mente en blanco. Unos pocos segundos más tarde, levantó su mirada y vio a su padre Aiguo Chu observándola. "¡Tú, inmoral! ¡¿Cómo te atreves a venir aquí?!".
Dehua Sun, su madrastra, dio un paso adelante e hipócritamente quiso ayudarla. "Cha, sé que no empujaste a Sisi a propósito. Ya sabes cómo es tu padre con ella, él la ama mucho y por eso se preocupa tanto por su bien. Sería bueno si te disculparas, nosotros te perdonaremos y todo quedará en el olvido".
Cha apretó los puños y se volvió para mirar a la mujer que se encontraba a su lado.
Después de un largo rato, de repente se rio de forma sarcástica: "Dehua, ¿será que puedes dejarte de hipocresías? Sisi es una am*nte. Fue ella quien me robó a mi novio. ¿Qué tan desvergonzada crees que es, me dices? ¡Incluso está embarazada! Ja, ja, en definitiva, ella es tu hija. ¡Es exactamente igual que tú!".
Dehua en su momento, también solía ser una am*nte.
Originalmente, ella era la secretaria de Aiguo. Solía ser una mujer joven y hermosa, por lo que uso esos encantos, y lo sedujo. Por supuesto, como él era un mujeriego, pronto se juntaron.
Tiempo después, Dehua entró en la familia, y obligó a la madre de Cha a s*icidarse.
Fue así como esa mujer descarada, acabó convirtiéndose en la esposa de su padre, y por ende trayéndose a Sisi, su hija, a vivir con ellos. Ante todos, Dehua demostraba preocupación por Cha. Pero, de hecho, lo que en realidad hacía era abrir una brecha entre ella y su padre.
Con el paso de los años, la relación entre Cha y Aiguo se volvió aún más tensa. Tan pronto se veían, acababan peleando.
En cuanto a Sisi, todo era diferente. Como ella había heredado las habilidades insidiosas de su madre, al estar halagando al hombre cada que podía, lo hacía muy feliz. Fue así como, con el tiempo, su padre la olvidó. La hizo tanto a un lado que, a pesar de que era su hija mayor, dejó de llevarla a grandes eventos.
Era por eso que la gente en ciudad Jing solo reconocía a Sisi como la única hija de la familia Chu. Solo unos pocos sabían acerca de la hermosa y decidida hija mayor llamada Cha.
El pecho de Aiguo subía y bajaba demostrando cuán enojado estaba. "¡Cállate! ¡Eres una grosera! ¿Acaso escuchaste lo que acabas de decir? ¿Es así como debería hablar una dama proveniente de una familia respetable?".
"¡Ve al hospital a disculparte con tu hermana!".
Dehua apretó los dientes y bajó la mirada para ocultar la ira en sus ojos. Luego, dio un paso adelante y fingiendo inocencia, dijo: "Aiguo, no te enojes. Ella todavía es joven, es normal que no sepa cómo comportarse. Además, Sisi solo tiene un pequeño dolor, no es gran cosa. No tienes que enojarte con Cha por algo tan trivial. Recuerda que ella perdió a su madre cuando era tan solo una niña. Deberías tratarla con más mimo".
Aiguo se mantuvo en calma por un momento hasta que Dehua nombró a la madre de Cha, fue entonces cuando estalló de ira y comenzó a gritar. "¿Te parece algo pequeño el hecho de que Sisi pueda sufrir un ab*rto o algo por el estilo? ¡Si algo llega a pasarle al bebé, el matrimonio entre las familias Chu y Qi se retrasará!".
El hombre miró furiosamente a Cha y luego espetó: "¡Tú, eres tan malvada como tu madre! ¡Eres tan viciosa y desvergonzada!".
Cha de repente sintió cómo la ira crecía en su pecho. "¡Padre! ¿Qué derecho tienes de insultar a mi madre? ¿Acaso crees que puedes hacer eso frente a mí? Tu am*nte fue quien la obligó a saltar del edificio. ¡Es su culpa que mi madre haya estado hospitalizada por más de diez años! Aun así, ¡tú sigues acostándote con esa mujer todas las noches! ¡¿No sientes ni un poco de culpa?!".
En aquel entonces, Aiguo había malcriado tanto a Dehua, que le permitió obligar a la madre de Cha a s*icidarse saltando desde un edificio alto, para luego, sin remordimiento alguno, casarse con ella. Todo esto, durante mucho tiempo, fue una gran fuente de rumores entre los habitantes de la ciudad Jing.
De más está decir, que debido a ese asunto, Aiguo Chu también se convirtió en el hazmerreír en la ciudad.
Por años, la gente había estado hablando de él a sus espaldas.
Si bien Aiguo ya estaba enojado con Cha, las palabras que ella le dijo fueron la gota que derramó el vaso. Entonces, levantó la mano, con la intención de abofetearla.